Hace tiempo que quería escribir mi opinión sobre Class Dojo (y similares), pero no sabía muy bien cómo abordarlo para abrir debate sin que nadie se sienta ofendid@. Como no encontraba la fórmula para que esto pasara, lo iba postergando hasta quién sabe cuando, pero finalmente me decidí cuando hace unos días vi el tweet de Maestra de pueblo y las respuestas que había recibido.
Cuando fue el boom de Class Dojo, yo misma quería buscar una manera de usarlo en clase, ¿quién podía resistirse a esos monstruitos tan adorables? Yo no. Pero por más que pensaba diferentes maneras de usarlo todas me chirriaban, unas más que otras, pero no acababa de sentirme cómoda con ninguna porque al final, todo era condicionamiento: “si haces esto pasará (o no pasará) esto otro”.
Al final no deja de haber puntos y rankings porque es un sistema de gamificación. Recordad que gamificación NO es jugar, aunque gamificación puede implicar juego. Sólo es una aclaración porque desarrollarlo daría para otro post. La cosa es que yo creo que debemos educar alumn@s responsables más que alumnos obedientes y con un sistema de puntos que premian buenas acciones (individuales o en grupo), siento que estoy fomentando más lo segundo que lo primero.
Educar en la responsabilidad es más difícil, implica más esfuerzo por parte de la docente, y lo peor de todo, es más lento y da más dolores de cabeza, pero si se consigue, es mucho más gratificante. La manera de diferenciar una clase de la otra es fácil; una clase educada en la obediencia es aquella en la que todo va bien hasta que la profe sale de clase y entonces “se lía” (o no se lía porque dejas un vigilante), una clase educada en la responsabilidad es aquella en la que puedes salir de clase sin miedo a que se arme una revolución porque l@s alumn@s no están esperando a la mínima para liberar tensiones.
Class Dojo me suena más a lo primero ya que hay muchas clases que parece que funcionan pero que si le quitas los puntos no encuentran la motivación para hacer las cosas bien, y eso es lo que realmente me preocupa.
En una charla de Carlos González que dio en el Umami´s market, dijo una frase que cuando la escuché sabía que utilizaría para cuando me decidiera a hablar de esto.
Era algo así como: “Premiar a un niño o niña por haber realizado una buena acción, resta responsabilidad moral al acto”.
Debemos educar y concienciar a l@s alumn@s para que hagan buenas acciones por la simple y potente satisfacción de hacer las cosas bien y/o ayudar a los demás, y no por lo que puedan conseguir al hacerlo.
Que conste que como he dicho al principio, yo nunca he usado Class Dojo, aunque sí he entrado en clases que lo usaban (como especialista de inglés) y al principio he tenido que vérmelas con alumn@s enfurruñados porque no le decía a la tutora que les diera puntos por hacer las cosas bien.
El curso pasado una compañera mía lo estaba usando, tengo muy buen rollo con ella, y un día me dio por dejarle caer si no pensaba que eso era conductismo. Me encantó su respuesta. Fue algo así como: “Conductismo de toda la vida con muñequitos monos pero con esta clase lo necesitaba”.
Me gustó mucho su respuesta, de ahí que me sorprendieran algunas de las reacciones al tweet de Maestra de pueblo, y al final me hace pensar que la gente a la que le molesta o bien reniega de lo que hace, o quizás se ha dejado llevar por las apariencias y el (buen) márqueting sin pensar en el fondo de lo que estaba haciendo y cuando ha leído “Paulov” se ha llevado las manos a la cabeza.
Este post lo escribo por 3 motivos:
El primero dar mi opinión sobre el tema porque hace tiempo que me apetecía y porque a veces me sentía hasta mal de no dar cabida a estos adorables monstruitos en mi aula.
El segundo para abrir debate y escuchar vuestras opiniones y experiencias sobre el uso o no uso de esta herramienta.
Y el tercero crear consenso de que usándolo o no, Class Dojo o los sistemas de puntos, incluido el clásico gomet verde si te portas bien, gomet rojo si te portas mal, son una forma de condicionamiento o como yo lo he llamado, de neoconductismo.
PD: Aclaro que sé que Class Dojo también tiene herramientas y un sistema de comunicación con las familias.
Respecto a las herramientas hay diferentes webs y plataformas que hacen lo mismo y respecto a lo segundo aún no he conocido a nadie que lo use en su centro pero también existen otras muchas plataformas y aunque se use esa, no implica que sea necesario usar el sistema de puntos.
Y vosotr@s, ¿Qué opinión tenéis al respecto? ¡Que tengáis una feliz semana!
Gracias por este post, todo el mundo alaba ClassDojo y programas similares y a mi siempre me han parecido conductistas, eficaces e inmediatos, si, pero ¿para que, para salvar el año? En un principio parece muy tentador con los dibujitos tan monos, y la eficacia y rapidez del sistema, pero como maestros debemos plantearnos que hacemos, con que finalidad y ser muy conscientes de lo que estamos aplicando, que en este caso es conductismo. Estoy estudiando un segundo grado, y todo son alabanzas a ClassDojo, pero después tenemos claro que nuestro currículo tiene una base pedagógica socioconstructuvista… Así que totalmente de acuerdo, seamos conscientes de lo que es la gamificación, que no digo que sea mala, de hecho pude ser muy interesante cuando, como decís, se puede utilizar al margen de puntuaciones, pero cuidado, que a veces vemos herramientas TIC super innovadores y realmente lo que nos aportan es basar nuestras clases es en una economía de fichas.
Bueno, por lo que leo en el articulo de opinión, sólo entra en la metodología, que efectivamente, podría interpretarse como conductismo, y olvida por completo la satisfacción que todo alumno puede experimentar al aprender y la sustituye por la satisfacción de obtener premios. Eso que dicen muchos psicólogos infantiles sobre lo negativo de compensar las buenas notas con premios, sería perfectamente aplicable aquí.
Pero está la otra parte, que es la cesión de datos de carácter personal de un menor a una plataforma alojada en EE.UU. Y me refiero a nombre y apellidos, nombre del colegio donde va, ciudad, curso, calificaciones, datos de comportamiento, anotaciones del profesor sobre el alumno…
¿Dónde se guardan esos datos? ¿Qué terceros pueden verlos? ¿Con qué intención los recaba la plataforma? ¿Por qué es una plataforma gratuita cuando requiere mantenimiento técnico, alojamiento en un servidor y gastos varios por parte del propietario?
Muchos profesores no piden autorización a los tutores legales para usarla en clase, por lo que deberían tener cuidado por si pueden estar saltándose los principios que regula la Ley de Protección de Datos española. Y respecto a esto, no es suficiente con usar pseudónimos.
Y por otro lado ¿Qué defensa tienen los padres que no quieren que lo usen con sus hijos? ¿Por qué la Administración se mantiene al margen en este asunto y no se pronuncia?
Muchas gracias por tu reflexión
Buenas noches:
He leído vuestra entrada y tengo que decir que no estoy nada de acuerdo con vosotras en el uso de la herramienta. Lo primero que considero importante es evaluar una herramienta tras su uso. No planteáis evidencias, sino opiniones, y ahí entramos en un juego poco profesional. Cualquier cosa podría ser conductismo, pues la gamificación lleva consigo unas recompensas, puntos o niveles a través del trabajo y no es algo negativo. Eso por un lado, y por otro, no es una herramienta de la que te hagas dependiente y si no la tienes la clase es una revolución. Sabemos que los grupos responden según sus docentes y da igual si usan o no ClassDojo. Por cierto, se escribe junto y Pavlov es más adecuado con V. Sería interesante que conocieseis el uso de muchos de los maestros que usamos la herramienta y entender su funcionalidad y efectividad sin acudir al conductismo o sí.
Hola David!
Gracias por tu opinión. Por partes:
Evidentemente es una opinión, esto es un blog donde compartimos y opinamos, no se trata de ningún estudio científico. Respecto al conductismo de la gamificación: TOTALMENTE DE ACUERDO. Pepe Pedraz o Oriol Ripoll dicen que para saber si un proyecto gamificado es realmente atractivo e interesante, debería poder funcionar sin puntos, ahí coincidimos.
Por el otro lado, para ti no lo será, pero para algunas personas si que ha hecho que el comportamiento de su clase dependa de eso, como todo, depende del uso que le des. ClassDojo es conductismo en el momento que para conseguir X tienes que hacer Y que es como generalmente se usa hasta donde nosotras sabemos. Si el conductismo es bueno o malo ya sería otro debate.
Gracias por las correcciones, y sobretodo, por compartir tu opinión con nosotras, siempre es agradable debatir con otros compañeros.
¡Un abrazo!
¡Hola! Me ha parecido muy interesante el post, resulta que yo llevo toda la vida en la etapa de infantil donde el condicionamiento, se reflejaba, como bien has dicho, con la pegatina de la carita verde y roja… Yo nunca me he sentido bien usándolas, al igual que hay sellos con Cáritas… Ahora estoy en educación primaria y he empezado a utilizar Class Dojo, pero solo me sirve para cuándo terminan la tarea a tiempo, que me piden los puntos. La cosa es que sé que no me está funcionando, porque como tú has señalado, lo ideal sería educar en la responsabilidad. ¿Pero cómo hacemos eso sin caer en el refuerzo positivo con recompensa? Sí es refuerzo positivo oral… No tiene efecto. Un saludo y me encantaría seguir leyendo más post así.
Hola Marina!
Mil gracias por compartir tu experiencia. El tema es que con ClassDojo y otros sistemas similares, los resultados se ven rápido y son inmediatos. Educacndo en la responsabilidad se tarda más, puede incluso que no llegues a no ver resultados claros, pero la idea es predicar con el ejemplo, ayudarles a ver la importancia de por qué es mejor actuar bien aunque no les estén mirando, hacerles poner en la piel del otro constantemente…
No es fácil pero a nosotras nos gusta más así
Estoy completamente de acuerdo con vosotras. En mi cole lo están implantando y cada día se portan peor los niños!!!!
No son nada responsables, se está perdiendo darle valor a ser responsables
Y ¿qué propones para educar a una clase en la responsabilidad y no caer en la ciega obediencia?
Yo no quiero que mis alumnos me obedezcan (algunos hasta cuesta que hagan esto) sin más. Quiero que se escuchen, atiendan y participen sin que “la líen” y que se respeten mucho. Gracias.
¡Hola Marta!
Con los mayores lo que me “funciona” y lo pongo entre comillas porque con cada grupo y alumno es un mundo diferente, suena raro pero es hablar hablar hablar, expresarle mis sentimientos cuando hay algo que falla, y quizás el tema de anticiparme. Mucha dinámica de grupo, mucho ponerles en situaciones que se deban poner en la piel de otra persona…
Y el respeto es clave, es una línea roja. Como siempre decimos hay que diferenciar entre normas y límites; las primeras se pactan, los segundos los marcas tú y no se permite cruzarlos
Hola. Perdonad, pero yo quería comentar que decirle a un niño o a una niña “bien hecho” es utilizar un reforzador positivo no tangible, muy válido porque le permite discrimar aquello que hace bien, le permite desarrollar su autoconocimiento y además (cómo reforzador positivo que es) aumenta la posibilidad de que esa conducta vuelva a realizarse. Ojo, el conductismo no es un feroz monstruo malvado que impide el desarrollo, todo lo contrario, a diario como adultos estamos engullidos por una sociedad pautada donde los reforzadores positivos y negativos están a la orden del día. Cuidado que el condicionamiento clásico de Pavlov difiere del de Skinner en cuanto a que este último considera que toda acción tiene una consecuencia y que en base a ella la acción será más o menos probable de ser repetida, mientras el condicionamiento clásico nos habla de que hay estímulos contingentes que se enlazan y relacionan (en un día de invierno muy frío ves un vídeo de una playa con un sol y notas en parte ese calor puesto que has enlazado esa imagen con la sensación térmica de calor). La mala prensa del conductismo viene por el desconocimiento del mismo, por la simplificación a reforzadores externos tangibles y la verdad es que cuando nos sentimos bien con nosotros mismos por una buena acción es gracias a ese sistema de recompensas (autorrecompensa en este caso) puesto que el adecuarnos a lo considerado socialmente como positivo nos decimos a nosotros mismos “bien hecho” y no precisamos ni de un gracias. Como maestra a diario busco que mi alumnado desarrolle la habilidad para poder “premiarse” a sí mismo sin que nadie le de un reforzador tangible, pero a veces para fomentar determinadas conductas debe comenzarse por ahí y posteriormente ir extinguiendo el tangible por el intangible y el reforzamiento continuo por el intermitente, hasta que como por arte de magia ese niño o niña pueda hacerlo porque “así se hace”. Gracias por leer esta extensa reflexión, os sigo desde hace un tiempo y me parecen muy interesantes vuestras propuestas.
Hola Puri!
Acabamos de leerte y decirte que gracias por compartir tu opinión. Exacto, el conductismo a veces es nombrarlo y ya parece que se hable del demonio. Todos alguna vez, en mayor o menos medida lo hemos usado, de manera más o menos consciente.
Gracias por seguirnos. ¡Un abrazo!
A mí no me convence tampoco. Estoy de acuerdo con que deben portarse bien por responsabilidad y no por premios o castigos. Lo difícil es cómo, seguiremos intentándolo, jeje
Gracias Yolanda por comentar. Sí, resistiremos jejeje