Seguimos con ganas de disfrutar del veranito, ¿verdad? Y como no, de hacerlo de una manera entretenida y divertida: Experimentando. A todos los niños y niñas les encantan los experimentos y además son una gran fuente de aprendizaje. A nosotras ¡Nos apasionan! Es por ello que cerramos estos post de experimentos para el verano con estos tres que os mostramos a continuación: Rápidos, fáciles de hacer y divertidísimos ¿Os animáis?
Experimento 1: El globo que no explota con fuego
Material:
- Dos globos
- Una vela
- Agua
- Cerillas (o mechero)
Procedimiento:
- Encendemos la vela e hinchamos un globo (A nosotras nos encanta la cara contenta 😉 hasta en los experimentos que hacemos).
- Poco a poco vamos acercando el globo a la vela hasta que lo toque totalmente.
- No tarda ni dos segundos en explotar ¡Menudo susto!
- Ahora nos toca coger el otro globo y llenarlo de agua. ¡Pesa mucho! Lo acercamos a la vela y lo podemos dejar un buen rato que el globo sigue intacto. ¡Uau no explota!
¿Qué ha sucedido?
El globo lleno de aire explota porque se caliente al momento, en cambio, el globo con agua resiste mucho más al calor de la llama porque el agua refrigera al globo. Deberíamos dejarlo mucho rato para que explotase (más de 100°C ).
Experimento 2: El huevo que flota
Material:
- Dos vasos
- Dos huevos
- Agua
- Sal
- Cuchara
Procedimiento:
- Llenamos un vaso de agua y metemos el huevo dentro. Veremos, sin duda, que el huevo se hunde.
- Llenamos el otro vaso de agua y le echamos una gran cantidad de sal. Metemos el huevo dentro y…¡Flota! Podemos comprobar que no es cosa de ese único huevo, cambiándolos de vaso o hasta colocándolos en el mismo vaso.
¿Qué ha sucedido?
El huevo flota porque al echar sal en el agua y diluir, se vuelve más densa que el huevo, es decir, pesa más. Esto sucede también en el famoso y conocido Mar Muerto (gran concentración de sal). Así pues, cuando las personas se tiran al agua, flotan.
Es una muy buena manera de explicar a los niños y niñas la densidad de los cuerpos y además ¡Divertida!
Experimento 3: ¡Hacemos pompas de jabón!
Material:
- Agua destilada (puede ser también agua del grifo)
- Jabón líquido (Podéis probar con cualquiera pero, con fairy, siempre funciona)
- Glicerina (Se consigue en farmacias)
- Alambre (Nosotras hemos desmontado una percha de la ropa)
- Pajitas
- Recipiente (Dependiendo del tamaño del alambre, puede ser más o menos grande)
- Un vaso
- Una cuchara
Procedimiento:
Mezclamos el agua destilada, el jabón y la glicerina dentro del recipiente. El agua puede ser del grifo también o mineral pero que sea lo más pura posible pero con agua destilada, las burbujas son más resistentes.
- Tres vasos de agua destilada.
- Un vaso de jabón.
- Dos cucharadas de glicerina.
- Mezclamos cuidadosamente con la cuchara evitando la formación de espuma, pues, podría perder resistencia.
¿Qué ha sucedido?
¡Aparecen pompas de jabón! ¡Qué fácil! Si cogemos una pajita y soplamos veremos que rápidamente se crean burbujas pequeñas, como podéis ver en nuestra foto. También podemos crear un soplador de pompas con alambre. Nosotras hemos utilizado una percha para la ropa y le hemos dado forma circular. Si dejamos reposar la mezcla durante 24 horas, será más eficaz 😉 ¡Ahora solo necesitamos ganas de pasarlo bien! ¡Cuántas más personas seamos, mejor nos lo pasaremos!
No olvidéis complementar las explicaciones con estos dos vídeos y página web… y también podéis consultar más experimentos en nuestro libro aprender jugando 😉
Me salvaron de mi proyecto
¡¿o que bien?´