Hay quien te dirá que la vida son 4 etapas (niñez, adolescencia, madurez, vejez). Yo creo que son muchas más, y que vienen marcadas por momentos que si algo tienen en común es que te obligan a pararte, mirarte, pensar y tomar decisiones, que normalmente te sacuden los cimientos, que te remueven por dentro.
Alerta intensidad, pero es que no lo puedo evitar. Hace ya 7 años decidimos darle al botón de “Publicar” por primera vez. 2 profesoras y una ilustradora abrimos un blog para contar “nuestras movidas”: nuestro día a día en clase, reflexiones sobre lo que nos gustaría cambiar en la educación, herramientas o personas TOP que descubríamos con ideas geniales para probar en el aula… Y en principio… eso era todo. Escuchar, hacer camino, aprender y compartir. Pero no. Fue eso y más.
Por no encontrar lo que buscábamos, con la calidad que imaginábamos, en vez de darlo por perdido, ¿qué hicimos? LO CREAMOS NOSOTRAS. Ahora me estoy dando cuenta, de que esta decisión, ha sido nuestro primer paso en el camino de todos los grandes proyectos que hemos emprendido y sacado adelante. Y que la frase “Si no existe, créalo”, inconscientemente se ha convertido en nuestro mantra.
De esta decisión surgió la tienda solidaria desde la que vendemos productos para profes. Accesorios, papelería, hechos por y para profes, que nacieron de nuestra propia necesidad y los creamos con todo el amor de quien sabe qué necesitamos como docentes para nuestro día a día, y cómo y para qué los íbamos a usar. Eso sí, con el sentido del humor por bandera. Para nosotras siempre ha sido, es y será un valor fundamental.
Y el probar se volvió real, detrás de un producto nos entraron ganas de sacar otro, cada uno de ellos con sus campañas, sus altos y bajos, alegrías, pero también decepciones, frustraciones y sobre todo: mucho MUCHÍSIMO aprendizaje.
Anécdotas tenemos para aburrir: cuando improvisamos un almacén en un despacho de la oficina en la que trabajaba mi pareja, o en casa teníamos nuestra habitación “de las cajas”. Cuando repartíamos agendas personalmente en mano a la gente que vivía en Barcelona y alrededores para intentar reducir costes y poder preguntarles si les gustaba, las llamadas que hacíamos a escondidas en los descansos a los medios de comunicación, los viajes a Madrid (de los cuales uno casi no lo contamos), el tour por los colegios y los CRPs. Empresas que nos han timado, proveedores que ya son amigos, clientas que nos han hecho llorar, y otras que también, pero de alegría.
Pero compañera. La tienda no es lo único que gestionamos. Por el camino fuimos probando, creando y aprendiendo de más cosas, y a medida que crecemos todo requiere más y más: esfuerzo, energía, tiempo, recursos (fucking money man!)… y por desgracia los días siguen teniendo solo 24 horas…
No ha sido fácil. Han sido meses de darle muchísimas vueltas, tratar de reducir costes, plantear alternativas, pero todo nos llevaba a la misma respuesta: ha llegado el momento de poner foco en nuestro propósito, lo que realmente nos gusta, aquello en lo que creemos que aportamos valor, porque no lo vamos a negar, vender agendas no es nuestro “PUTO SUEÑO”. Ese que te empuja a levantarte por las mañanas, a querer aprender y mejorar porque quieres darlo todo a la hora de aportar al mundo. Tenemos un sueño (we have a dream!), y es otro.
Y para cumplirlo necesitamos poner foco. Necesitamos poder centrar esfuerzos en nuestro propósito y todo lo que está por venir para alcanzarlo. Ya estamos en ello. De nuevo un camino lleno de curvas, pero sobre todo: mucho, muchísimo aprendizaje 😉
Y solo te pedimos que una vez más, nos sigas acompañando, porque… compañera, este viaje va a ser la caña. ¿Te vienes?
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