El 1 de julio nos estrenamos como equipo directivo (a nosotras nos suena mejor “equipo de gestión”, por aquí en Catalunya es común). Fue un estreno chulo y emotivo a la par que raro y atropellado por todo el contexto.
El 1 de septiembre no fue muy diferente. Nosotras empezamos a ir al cole el 29 de agosto porque si no ni de broma podríamos organizarlo todo. Una vez aceptamos que inevitablemente casi todo iba a estar por hacer, pusimos el foco en las 2 cosas que queríamos que estuvieran listas sí o sí; la sala de profes y la bienvenida al equipo.
Algunas pueden parecer que la sala de profes es algo poco importante o superficial, pero para nosotras significaba todo lo contrario. Para nosotras era como una declaración de intenciones y la semilla de lo que queremos que se vaya contagiando.
La sala de profes es un sitio que a nuestro entender debe de ser acogedor, un lugar en el que apetezca estar y compartir con el resto de compañeras y compañeros. Un espacio amable. Y así es como debería de ser el resto del colegio, las aulas, el comedor, los espacios exteriores…
Quiero compartir con vosotras la transformación de la sala de profes, porque fue más impresionante de lo que pensamos que sería en un principio, y el 80% de la transformación ha consistido en sacar cosas. Y un 20% en poner otras.
Hubo un factor clave en todo esto y fue Ana, una amiga de Gemma, la dire, que es arquitecta y vino un día a darnos luz y darnos ideas para hacer con el presupuesto que teníamos (factor clave en un cole público). Sus consejos fueron geniales y nos ayudó a ver todo con más perspectiva y a plantearnos la transformación en 2 fases para no morir en el intento.
Después de mucho trabajo de parejas, hijos, hijas, profes y nosotras mismas, creemos que quedó una sala muy chula. Os enseño algunas fotos:
Como veis, lo primero que hicimos fue quitar las máquinas de vending. Eran grandes, ruidosas, poco saludables y menos sostenibles. Siempre hablamos de modelar, de educar más con hechos que con palabras. No era coherente hablar de alimentación saludable teniendo una máquina de refrescos y Coca-Cola, ni tampoco de sostenibilidad y tener un café con vasos y cucharillas de un solo uso.
Las máquinas cambiamos por una fuente de agua mineral, básico para cuidar nuestra más preciada herramienta; la voz (con la misma fuente puedes hacer tés e infusiones). El café estamos a la espera de una máquina que en teoría es TOP, mientras tanto tenemos una Nespresso y animamos a la gente a traer cápsulas orgánicas.
Quitamos muchos muebles y varios paneles de corcho. Sacamos todo lo que se iba acumulando, desbloqueamos una ventana para poder ventilar mejor y retiramos 2 de las 4 mesas que ocupaban la sala. De esta manera ha quedado una zona de mesas de trabajo y otra para estar en un plan más distendido con la joya de la corona que es el sofá, 2 sillones y una mesa que llama a tener encima un café o un juego de mesa 😊 Por cierto, el sofá es cama por pura casualidad, y tenemos la coña que ya podemos dormir en el cole cuando estemos hasta arriba (osea YA jeje)
Todo este curro iba intercalado con papeleo, aprendizajes varios y planes para el curso que viene así que la segunda cosa que queríamos que estuviera lista, se iba quedando para el final: la bienvenida al equipo. Debíamos pensar algo rápido que no quedara cutre. Lo primero lo conseguimos, lo segundo ya no lo tengo tan claro…
Decidimos comprar tazas para todo el equipo, como gesto por el cambio de máquina, que no tener taza no fuera una excusa y a su vez tener el detalle de poner los medios. No nos daba la vida, y meterse en el Ikea no iba a mejorar las cosas, pero por suerte un alma cándida del equipo, Marta, tuvo la mala idea de escribirme por WhatsApp y decirme si necesitábamos algo, nos agarramos a su ofrecimiento como si no hubiera un mañana. El cómo llegó con las tazas es una anécdota que creo que me costará olvidar.
Total, 7 de la tarde del 31 de agosto, al día siguiente llegaba todo el mundo, estábamos reventadas, teníamos la sala lista, las tazas, el agua, el café, la caja del Breakout, solo faltaba…PENSARLO, CREARLO y PREPARARLO…F***!
Estaba claro que no nos íbamos a ir sin cumplir nuestros dos objetivos, así que saqué mi lado más patillero y montamos un breakout en 20 minutos. En otro post os cuento como montar un breakout en 20 minutos con unas tazas, unas cartulinas y 3 llaves 😛
0 comentarios