La guerra. Eso que nos queda tan lejos y que estos días se siente tan cerca. Guerras no ha dejado de haber desde que el mundo es mundo, pero sí es verdad que la que está sucediendo ahora entre Rusia y Ucrania, enciende de manera especial nuestras alertas por un simple concepto de cercanía (entre otras cosas). 

Esto lo notamos en los medios de comunicación, que de manera más o menos acertada y con más o menos tacto, nos informan de lo que va sucediendo, y eso irremediablemente, afecta a nuestro alumnado. Habría que hacer un ejercicio profundo de conciencia para que, de una manera u otra, nuestras alumnas y alumnos no se enteraran de lo que está sucediendo. 

Eres su profe, no su familia, así que lo primero es asumir que tu área de acción es el cole, aunque sí es cierto, que puedes dar herramientas y estrategias a las familias para tratar de ir alineadas. Cosas como vigilar y supervisar la información a la que se expone a los menores, los comentarios y conversaciones entre personas adultas, no engañarles, etc. son consejos que podemos dar a las familias. 

En esta línea os recomiendo dos artículos que en este caso están en catalán, pero no es difícil su traducción, uno es de TV3 i el otro de criar.cat 

1. ¿Debemos hablar de la guerra en clase? 

Todo lo que pasa e inquieta a nuestro alumnado debería de poder hablarse libremente en clase, sin miedo a ser juzgadas. Sería ideal que los niños y las niñas percibieran ese espacio como un lugar de confianza donde poder hablar y debatir. 

A las adultas nos gusta adelantarnos, y a veces damos información o abrimos melones porque pensamos que “es necesario” y no es así. Debemos valorar si es una necesidad nuestra o de nuestro grupo. Pensemos en la edad de nuestro alumnado. No es lo mismo que salga el tema en una clase de 6º que en 1º de primaria. 

Eso sí, antes de hablar de un tema como la guerra, debemos sentirnos emocionalmente bien para abordar este tema. Si como adulta piensas que no puedes sostenerlo y ves que es algo que tu grupo necesita tratar, pide ayuda a otra compañera. 

2. ¿Qué saben y qué quieren saber? 

Como hemos dicho antes, muchas veces nos adelantamos y sentimos la necesidad de dar más explicaciones de las que realmente necesitan o están pidiendo. En muchas ocasiones, sobre todo los más peques, quizás solo nos preguntan para darnos su opinión. 

Algo que va muy bien en las edades más tempranas para ver esto es responder con una pregunta. Por ejemplo, a la pregunta: ¿Habrá una guerra aquí? Responde un: ¿Tú que piensas? Quizás te sorprenda con un: “Nooo” riendo y se vaya a jugar. Esto puedes hacerlo con muchas otras preguntas, te darás cuenta como muchas veces lo que quieren es sacar algo que les causa tensión y si te ven tranquila eso les relaja y siguen con su trabajo de ser niños y niñas. 

Con los más mayores, podríamos decir a partir de los 8 años aproximadamente, es probable que sus preguntas requieran de más acompañamiento. Evalúa lo que necesitan, quieren saber y están preparadas para sostener. No quieras de una pregunta hacer un proyecto trimestral sobre el conflicto. 

Resumiría este punto con un: escucha sus inquietudes, no las generes. 

3. Información clara y lenguaje cercano 

No te líes. Si ya estás en el punto en que sabes que tu alumnado quiere saber y pregunta, intenta aportar información clara, sencilla. Cuida y adapta el lenguaje para que tu grupo pueda entenderlo e impregnarse de la información sin causar más confusión. Usa un mapa o alguna otra ilustración (bandera, logo de la OTAN, la ONU), para que vayan ubicando y relacionando conceptos. Todo esto a partir de los 8 años como edad orientativa, cada grupo es un mundo y tiene una madurez diferente. 

4. Desarrolla su pensamiento crítico 

Evita dar tu opinión y hacer juicios de valor. Es complicado, sobre todo cuando se trata de conflictos que nos tocan tan cerca, pero si consigues hacerlo el resultado puede ser precioso. 

Escucha activamente, cuando te pregunten tu opinión responde pidiéndoles la suya. Genera situaciones donde tengan que ponerse en la piel de las otras personas. Intenta contrarrestar las opiniones polarizadas, habla de fake news. 

Es increíble las cosas que pueden salir cuando dejamos de lado la clase magistral y les dejamos a ellos y a ellas coger las riendas con nuestro acompañamiento. 

5. Ni todas las personas son tan malas ni todas son tan buenas 

Ojo porque como adultas debemos saber que ni todo el pueblo ruso es malo, ni todos están a favor de la guerra. El mundo no es blanco o negro y en estos momentos es fácil caer en generalizaciones. 

No debemos dejar que nuestro grupo se deje llevar por este fenómeno que muchas veces puede acabar derivando en comportamientos racistas o xenófobos y actitudes muy polarizadas.

En tu centro puede haber alumnado tanto Ucraniano como Ruso y es probable que ambos estén bastante afectados. Dales tanto el espacio para expresar lo que sienten, como el refugio para sentirse seguros y no hacerlo. En este caso cada grupo cada situación debe tratarse de manera única. Hablar con la familia puede ser el primer paso para valorar la situación 

6. Pasa a la acción 

Es importante trabajar la cultura de paz con nuestro alumnado, pasar a la acción, ver que con pequeños actos que están a su alcance, pueden ayudar mucho. 

Escuchemos sus ideas, ayudemos a organizar una recolecta de alimentos, escribamos cartas, veamos qué cosas podemos hacer por estas personas. 

Recursos para tratar el tema de la guerra en clase 

Os dejo algunos recursos que os pueden servir para tratar el tema en clase. 

• Info K 
  El informativo infantil y juvenil de TV3 hizo un especial sobre la guerra de Ucrania basado en las preguntas que enviaron niñas y niños. Me parece de una calidad máxima.

• El enemigo de Davide Cali 
  Le tengo ganas, pero aún no lo he leído. Como dice la sinopsis: Un libro sobre la irracionalidad de la guerra y contra la lógica de la disciplina militar. Recordé el libro porque el otro día lo mencionó @xtianolive en su cuenta.  

• Detector de Fake News 
  Esta web se puede usar con los más mayores para detectar fake news. En la web tenéis juegos, verificadores y otros recursos para no dejarse llevar por este fenómeno tan extendido. 

• Poema Podrías 
  Este poema es uno de mis favoritos. Hablamos en su día de él con todo el tema de los refugiados, pero sigue a la orden del día y es genial para hacer un ejercicio profundo de empatía. El original es en catalán, pero en este blog lo encontráis en castellano e inglés. 

“Podries”, de Joana Raspall [projecte Poesia Dibuixada] 

Espero que este post os sirva de apoyo para abordar este tema. Estos consejos los doy como docente, después de contrastarlo con la coordi de atención a la diversidad de mi cole que es una crack (gràcies Anna!). Seguro que hay otros, mejores o no, pero todo lo que leamos debemos llevarlo y adaptarlo a nuestra situación, a nuestra realidad y a nuestra forma de ser.