Hace dos semanas os hablábamos de cómo preparar las tutorías y ya os avisamos que no tardaríamos en escribir sobre qué actitud y que tipo de comunicación debemos llevar a cabo para que los objetivos que nos marquemos se puedan alcanzar con mayor facilidad.

Antes de todo, quería mencionar a Pau López Vives, un profesor que tuve el curso pasado en Blanquerna. Como ya he comentado en algún otro post, el curso pasado terminé el Máster en psicopedagogía que, además de darme mucho conocimiento sobre este aspecto, me ha ayudado a poder llevar a cabo mejor mi labor docente en mi día a día, a adquirir mayor seguridad y confianza en mí misma, nuevos recursos y a conocer a grandes profesionales.

Pau impartió parte de la materia de orientación y del Plan de Acción Tutorial (PAT), que tenía como objetivo concretar el diseño, métodos y técnicas para llevar a cabo una tutoría, por ello nos habló previamente de los estilos de comunicación. Me encantó la manera tan humorística de hacerlo con ejemplos “de la vida cotidiana” con los que no tardé en sentirme identificada.

Nos lanzó una situación: Imaginad que vais a comprar manzanas al mercado, especialmente en un sitio donde venden las mejores manzanas jamás vistas y resulta que, cuando llegáis a casa, os dais cuenta que la mayor parte de las manzanas están podridas. Sí, esas manzanas, las mejores del mercado, las más caras, las más bonitas…. ¿Cómo actuarías vosotros? ¿Qué harías? En clase, salieron mucha variedad de respuestas; desde quedarse en casa y comerse tristemente las manzanas en mal estado hasta encararse a la dependienta con insultos y gritos.

Este ejemplo, entre otros, nos sirvieron para adentrarnos en las reacciones que podemos tener ante la comunicación, y que expondré a continuación:

Comunicación agresiva

La comunicación agresiva trata de imponer su forma de pensar a los demás e ignora cualquier opinión contrataría a la suya. Las personas que llevan a cabo este tipo de comunicación generan tensiones, malestar y hacen más débiles a los demás.

Comunicación pasiva

La comunicación pasiva se basa en la conformidad, el no dar nunca la opinión y el evitar la confrontación con otras personas. Las personas que llevan a cabo este tipo de comunicación se disculpan constantemente, no hablan de manera clara, se humillan a sí mismos, evitan el contacto visual y su tono de voz es bajo y tembloroso.

Comunicación asertiva

La comunicación asertiva se basa en afirmar lo que pensamos de manera clara y respetuosa. Cuando decimos lo que pensamos educadamente estamos respetando a la otra persona y a nosotros mismos y nuestra autoestima (y la del otro) no es dañada. Es la forma más eficaz y más sana de comunicación y el objetivo es respetar las opiniones de todos y crear soluciones conjuntas. Las personas que llevan a cabo este tipo de comunicación presentan una postura relajada, hay contacto visual y se respeta el espacio vital de la persona (sin acercarse excesivamente).

A la hora de llevar una tutoría con padres es muy importante comunicar de  manera asertiva, además de muchos otros factores como una buena preparación y factores externos adecuados que comenté en el post de hace dos semanas, para poder conseguir los objetivos que nos proponemos y crear una relación de respeto y de cuerdos mutuos.

Ante una comunicación agresiva lo único que vamos a conseguir es ponernos a la defensiva; la familia se sentirá atacada y no vamos a conseguir nada de lo que queremos conseguir. En una comunicación pasiva, en cambio, al no ser claros y concisos, los objetivos “quedarán en el aire” y nosotros como profesionales perderemos credibilidad y  autoridad. Con una comunicación asertiva se pueden compartir opiniones, discutirlas de manera educada y fijar objetivos claros, concisos y acordados por ambas partes.

En clase, mediante un role playing, simulamos tres tipos de tutorías con padres teniendo en cuenta los 3 tipos de comunicación comentados anteriormente y, además de reírnos un montón y pasarlo en grande, comprobamos que tanto con la actitud pasiva como la agresiva, difícilmente podremos ganarnos la confianza de quien tenemos delante ni mucho menos fijar acuerdos.

Y por ahora nada más, pero no quiero despedirme sin antes recomendar algún libro que mi profesor me aconsejó y que a mi me ayudó muchísimo, tanto a nivel profesional como personal ¡Espero que os gusten! ¡Feliz domingo!

• Cuando digo no, me siento culpable.

• La Asertividad, expresión de una sana autoestima.

• ¿Por qué  no logro ser asertivo?

¿Os apuntáis al primer Teachup de España? Nosotras estaremos allí como invitadas especiales. Este jueves a las 17.45 en colegio IPSI de Barcelona.