Todos los especialistas de inglés sabemos lo difícil que es que nuestros alumnos produzcan de manera natural, espontánea. Esto se debe a que el inglés no es su lengua materna y tampoco es la lengua en la que se comunica la gente que les rodea, es decir, no es algo que necesiten.
Cuando un niño de fuera viene al cole el proceso de aprender otra lengua es mucho más rápido ya que aunque no sea su lengua materna, los inputs que reciben de su alrededor y de los otros niños con los que necesita comunicarse, sí lo es.
Para entender fácilmente el proceso que siguen los niños (y muchos adultos) para aprender una segunda lengua debemos fijarnos en los bebés. Cuando un bebé nace no habla ni escribe, primero escucha, luego, una vez ha “llenado su cajita” de palabras, empieza a producir, y cuando ya se siente cómodo produciendo y domina la lengua oral es cuando está preparado y maduro para iniciarse en el el proceso de la lectoescritura.
Que mis alumnos se animaran y no tuvieran vergüenza en el momento de producir era algo que me preocupaba ya que en mis clases doy mucha importancia a la expresión oral, mucha más que a la escrita por lo que os he comentado anteriormente. Así que empecé a pensar en cómo conseguir que mis alumnos se animarán a hablar en inglés y hacerlo de forma grupal, que se animaran unos a otros.
Cuando estuve en una escuela bilingüe, en infantil, usamos unos papeles con forma de jarra donde iban poniendo pegatinas cuando hablaban en inglés, pero al tiempo se desmotivaban, así que busqué algo más “real”. Un tarro de cristal y unas bolitas blanditas de colores.
Preparación
- Un tarro por clase
- Suficientes bolas para llenar el tarro/s
En mi caso usé un poco de pintura pizarra para pintar una etiqueta en el tarro. En ella escribí The English Jar con la tiza. Los alumnos están muy atentos y cuando se borra cogen la tiza y lo reescriben.
¿Cómo lo presento?
La presentación es algo muy importante, dejar claro cómo funciona y crear la expectación esperada es fundamental para que funcione.
Lo introduje a mitad de este primer trimestre, si vuelvo a hacerlo quizás esperaría al segundo, aunque eso depende del grupo, ya sabéis que cada clase es un mundo.
Al llegar a la clase les dije que tenía una sorpresa para ellos y les presenté el tarro y las bolitas. Les expliqué que lo estaban haciendo genial y que me entendían muy bien, pero que les costaba mucho intentar hablar en “mi idioma” (ver el post The Magic Glasses) así que había traído este tarro para que, cada vez que alguno de ellos se esforzara en hablar en inglés, pusiera poner una bolita dentro del tarro. Cuando el tarro estuviera lleno del todo, podrían elegir entre un juego, un experimento o aprender un truco de magia.
Ha sido un éxito. Lo estoy haciendo con los alumnos de 1º y de 3º de primaria, pero el tamaño de los tarros es diferente. El de los peques es de 500ml y el de los mayores de 750ml.
Reglas
No puse reglas para ver qué pasaba, y obviamente lo primero que hicieron, sobretodo los de 1º fue contestarme “Yes” a todo, o venir y decirte cosas como “today is sunny” o “my name is David” o el más atrevido acercarse para, que es mejor viagra o sildenafil sin ton ni son espetarme un “yes!” y quedarse mirándome a mi y a las bolitas a ver qué pasaba.
En fin, me di cuenta que por el bien de todos y mi salud mental debía dejar claras un par de normas:
- No se trata de lanzar frases al aire en inglés, sino de que cuando esté hablando con ellos, intenten dirigirse a mí (o a otro compañero) en inglés.
- La bola se consigue NO por decir algo perfecto en inglés, sino por esforzarse en decir algo aunque no sea perfecto o sea con ayuda.
Al principio entre los de 3º había algo de competitividad por poner la bola, como algo individual, pero rápidamente vieron que no importaba quién pusiera la bola porque beneficiaba a toda la clase.
Espero que os haya gustado este recurso y que os vaya tan bien como a mí. Al principio es bueno que seáis más permisivos y conforme avanza el curso ya iréis exigiendo más producción para poner la bola en el tarro 😉
Si conocéis o usáis otros recursos para animar a vuestros alumnos a que se lanzen a hablar inglés, no dudéis en compartirlo en forma de comentario.
Lo hicimos entre este trimestre y el pasado y ha sido muy provechoso. Venían por las mañanas con frases aprendidas para soltármelas y poder meter bolita. Al final busaban un montón de trucos para decir algo en inglés y llenar el tarro. Ya han recibido el premio: taller de repostería. Se lo han pasado genial y se han entafarrado de nocilla. Todo muy positivo.
¡Qué ilusión leer esto Virginia! 🙂
¿Con qué curso lo has hecho?
Un abrazo!
Muchísimas gracias por compartir tantas ideas y recursos.
Me parecen muy interesantes y bien explicados.
Gracias Gemma! Nos encanta que os sirvan 🙂
Muchas gracias, son muy buenas y atinadas actividades que podemos emplear dentro del salón de clases y hacer de estas algo dinámico y divertido para nuestros alumnos..
Una idea genial! me la apunto!
jaja me encanta!