Llevamos ya unas semanas de curso, adaptándonos profes y alumnos al nuevo curso. Este curso me ha tocado acompañar a una clase de P4 después de dos años como especialista de inglés en primaria. ¡PÁNICO! Fue lo que me entró, mezclado con una alegría plena ya que siempre he sido carne de tutoría.
Después de unas semanas donde nos hemos adaptado todos, creado vínculo y demás sinergias, me atreví a probar por primera vez una adaptación de un taller del libro de Hervé Tullet que os recomendamos en un post hace un tiempo.
¿Qué necesitas?
- un pincel por niño
- un tarrito de yogur o similar por niño que sea cómodo de llevar en la mano
- Cartulinas tamaño DINA3
- Plástico o periódicos para proteger las mesas
- 1 kilo y medio de paciencia 😛
El taller.
PREPARACIÓN:
Este es un taller muy “loco” que mezcla arte y movimiento, y cuando un taller es tan libre es muy importante que los límites estén muy claros. Sí, parece raro, pero cuanta más libertad, más son los límites necesarios para que todo funcione. Por eso es importante anticiparse, explicar lo que va a suceder durante ese rato y qué se puede y qué no se puede hacer.
Les contamos que vamos a darles un plástico para proteger las mesas. Cuando han acabado seguimos explicando sino son demasiadas cosas. Explicamos que:
- Cada niño tendrá un color y un pincel
- No usamos sillas así que ¡todos de pie!
- Han de estar atentos a las instrucciones que escuchan para hacerlo.
- Después de cada instrucción buscarán otro papel donde realizar la siguiente a la voz de “cambio” o “change”.
Confieso que conforme se lo iba contando a los niños, me iba arrepintiendo de lo que estaba haciendo, ¡y eso que en ese momento éramos 2 en clase!
Sí que les dije que si alguien se sentía muy nervioso o veíamos que no seguía el taller debería sentarse hasta sentirse más tranquilo para volver a incorporarse al grupo. Como ya he comentado antes, es muy importante anticiparse siempre, y en estos casos, más. He de decir que todos estuvieron la mar de tranquilos si esa es que esa es la palabra adecuada… jeje.
¡ACCIÓN!
Se trata de crear obras colectivas a través de ir siguiendo pequeñas pautas que cada uno ejecuta a su manera, en el libro hay una propuesta de pautas que yo me apunté, pero al final fui incorporando otras o cambiando el orden según iba saliendo todo. Lo importante es que se cambie de papel en cada pauta. Así empecé diciendo:
- Quiero ver… Un puntito pequeñito, ¡cambio!
- Ahora quiero ver un puntito más grande, ¡cambio!
- Ahora uno todavía más grande, muy lejos de otro puntito, ¡cambio!
- Ahora… Un círculo pequeño, ¡cambio!
- Hacemos un círculo más grande, ¡cambio!
- ¡Ahora el círculo más grande del mundo mundial! ¡Cambio!
Después de estas primeras pautas (no recuerdo si fueron exactamente estas, pero más o menos) veremos que los colores ya empiezan a mezclarse y ahora empezamos a dar pautas para interactuar más con lo que ya está dibujado:
- Ahora quiero ver… un punto dentro de un círculo, ¡cambio!
- Y ahora muchos puntos fuera de un círculo, ¡cambio!
- Hacemos puntos encima de un círculo, ¡cambio!
CIERRE
Seguimos hasta que vemos que las hojas ya están suficientemente llenas, entonces les invitamos a ir al sitio del principio y ver si les apetece añadir alguna cosa. Pueden pedirle algún color a sus compañeros.Os dejo algunas fotos del final, es una pena, pero estuve tan inmersa en el proceso que no saqué ninguna foto durante el taller.
Al principio de todo en los primeros cambios me tuve que armar de paciencia porque creía que iba a ser un fracaso absoluto, pero aguanté y vi que dentro del caos ellos tenían su propio orden y quedaron unos resultados chulísimos y todos disfrutaron muchísimo.
CONSEJOS
- Me ayudó llevar yo misma un pincel y un color para formar parte del taller, pero no tenía papel.
- Os recomiendo poner muy poca pintura para evitar accidentes, ya que a esa edad no tienen tanto control y es fácil que se les caiga la pintura con la emoción.
- Evita los colores negros, marrones o demasiado oscuros que en un momento dado pueden no dar el resultado que busca el niño.
- Al comenzar el taller entre orden y orden les decía “Pinceles arriba” y me servía para centrar su atención.
MOMENTO “DON LIMPIO”
Para mí es tan importante el taller, como el momento de limpieza del material y de la clase, ya que les hace tomar conciencia de todo lo que usan y de la importancia de mantener el material limpio y a punto para volver a usarlo, por lo que cada niño limpiaba su bote, su pincel, y después de ponerlo a secar ayudaba a limpiar las mesas y el suelo de la clase ¡y hasta las sillas!
Parecía que se hubiera librado una guerra de pintura en esa clase, pero quedó impoluta, y la verdad que también disfrutan del momento de limpieza con las toallitas y es chulo ver cómo se organizan y se ayudan.
Consigue un año gratis de material para tu clase gracias a Giotto
Aprovechamos este post para comentaros que Giotto y Save the Children organizan el concurso de creatividad “Giotto eres tu” donde podéis ganar ¡¡un año de material gratis para vuestra clase!! El sueño de todo profe 😛
Os animamos a participar y os deseamos mucha suerte!. En este vídeo explican los pasos a seguir:
[kad_youtube url=”https://www.youtube.com/watch?v=BjohhlMbt5o” ]
Mientras hacías el taller sonaba música? Sería un punto a añadir, así les inspiraría! De todos modos lo voy ha hacer en breve, así que ya os cuento mi experiencia! Gracias por la inspiración, soy maestra de música y todo lo que sea unir música con lo que sea siempre va bien!!!!
¡Buena pregunta!
Tuve la misma duda, finalmente no lo hice porque no sabia el caos o no que iba a generar al no ser libre del todo y tener que estar atentos a las pautas (tengo varios niños que no entienden bien el idioma). Me encantaría que si usas música nos digas cuál y cómo te fue.