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El miedo al aula desnuda

Dic 20, 2015 | Blog

 

Bien, antes de empezar, os voy a pedir que miréis estas dos fotos:

 

clase
2015-09-19 14.11.21

 

Las dos fotos son de aulas preparadas para recibir a los alumnos en las primeras semanas de clase, si pudiérais elegir entre una clase y la otra, ¿Cuál elegirías?

Hace no muchos años probablemente me hubiera decantado sin ninguna duda hacia un estilo más parecido al primero que al segundo, pero desde hace un tiempo, después de empezar a formarme y adentrarme en el mundo de las pedagogías “vivas” me decanto claramente por la segunda fotografía. No digo que la otra esté mal, ni mucho menos, simplemente está habiendo un cambio en mi modo de ver la educación y al propio niño. Os explico mi reflexión y me encantaría saber vuestra opinión al respecto.

Estas dos primeras semanas de septiembre muchos maestros han estado preparando sus clases, haciendo abecedarios, poniendo material, haciendo carteles, DECORANDO…

Cada vez que me cuestiono qué es lo mejor para los niños, pienso en qué es lo que más me gustaría a mí si yo estuviera en su lugar. Imagino el momento en que buscas un piso de alquiler, los hay amueblados y sin amueblar. Hay pisos amueblados que seguro que son muy bonitos y te dan ganas de entrar a vivir en ellos nada más verlos, pero nunca será lo mismo que si al final decides alquilar uno sin amueblar y poco a poco, con cariño y esfuerzo, lo vas amueblando y decorando a tu gusto.

También recuerdo de niña, cuando llegó el momento de cambiar la habitación y mis padres me dejaron elegir. Ésta siempre me había gustado, y no tenía ningún problema con ella, pero el hecho de elegir yo lo que quería y decorarla fue un sentimiento de satisfacción que aún puedo recordar.

La foto de debajo la saqué ayer en el colegio público Congrès-Indians de Barcelona. Es una clase de P3, los niños están en el período de adaptación, donde maestros y familiares acompañan a los pequeños para que la separación no sea tan dura. La distribución del aula, el color de las paredes, el material que encontramos en ella… no es casual, todo está muy pensado, dando mucha importancia a la estética, a la armonía y a que todo lo que esté a su alcance sean cosas que pueden utilizar, de manera que no se tengan que crear límites y frustraciones innecesarios.

A lo largo del curso incorporarán muchos más materiales que previamente serán presentados, y la clase irá mutando según los intereses de los niños que, poco a poco, la irán conquistando y haciendo suya. ¡Dejemos que los alumnos conquisten las aulas!

La conclusión que saco es que cuando nos centramos en pensar en qué necesita el niño en ese preciso momento (y no en todo lo que necesitará a lo largo del curso), nos damos cuenta que hay muchas cosas que, con la mejor de las intenciones ponemos en el aula, (abecedarios, pósters de figuras geométricas, normas de la clase, calendarios…) pero que realmente carecen de sentido para el niño, están vacias de significado, y no por el hecho estar ahí hará que aprenda nada, incluso pudiendo llegar a ser un factor de distracción.

Y vosotros, ¿qué opináis?

Carlota-Firma-Completa

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44 Comentarios

  1. Hola chicas.
    Sin duda alguna la segunda clase es la que me inspira más. Menos es más y la sobreexposición de los niños a elementos externos les hace perder la concentración y el interés por algo en concreto.
    Mi hijos han ido a la misma guardería (en Alemania están hasta los 6 años) y en cada habitación hay muy pocos elementos y he podido comprobar la importancia de no querer mostrarles todas las cosas y recursos al mismo tiempo.
    De la misma manera en casa intentamos tener el menor número de objetos y juguetes a la vista. Intentando que las habitaciones se parezcan a la segunda clase que habéis enseñado y no a una tienda de juguetes! 🙂
    Gracias por los artículos.
    Laura

    • Muchas gracias por tus palabras Laura! 🙂

  2. M encanta esa manera d ver la educación, tengo la suerte d q este año mi hijo pequeño ha empezado en un cole en el q tienen la misma opinión, nada más entrar en clase nos dijo la profesora: Nos os preocupéis si veis todo muy vacío, tenemos todo el curso para decorarla” m encantó.

    • Gracias por tu comentario Bea! 🙂

  3. Hola,

    Es una alegría saber que cada vez hay más colegios con espacios como el de la segunda fotografía y una pedagogía viva. Yo he llegado tarde para llevar a mis hijos a escuelas con este tipo de pedagogía (hacen bachillerato), pero me alegra comprobar que en primaria cada vez hay más escuelas abiertas a una pedagogía diferente. Todos sabemos que supone una mayor implicación de los docentes, afortunadamente es una carrera de vocación.

    un saludo

    • Gracias Carme por tu comentario 🙂

  4. Yo sin dudarlo escogería la segunda foto. El año pasado tuve la oportunidad de ir a ver la escuela, ya que una de mis profesoras de universidad formaba parte del equipo docente. En general cada ambiente está pensado para que el niño pueda ir libremente según sus intereses, las mesas no estan organizadas como en la mayoria de escuelas tradicionales, las aulas son muy acogedoras y tienen elementos naturales y de calidad. Aunque el edificio es un poco antiguo, es el modelo de escuela que yo escogería tanto para ser maestra como para llevar a mis hijos. Así que sin duda escogería la segunda imagen.

    • Gracias por tu comentario 🙂

  5. hola me encanta tu idea, gracias a Dios trabajo en un Centro de Atención múltiple con niños con discapacidad y lo que me ha sido mas acertado para evaluar las habilidades adaptativas en algunos grupos ha sido precisamente adaptando el área a su contexto les da curiosidad y confianza ¡me encanta su idea!

    • Gracias a ti Rocio!

  6. Hola, no he podido dejar pasar la oportunidad de comentar la publicación porque es un tema que me interesa mucho. Soy una de esas maestras que se pasa el verano haciendo bocetos de cómo va a colocar su clase y quizá intervengo demasiado en el proceso, aunque intento que luego mis chicos y chicas sean partícipes de ello y modifico la propuesta inicial bajo sus intereses o necesidades y participando lo máximo posible en la decoración. Este curso comenzamos realizando el alicatado del espacio de cocina. No estoy del todo de acuerdo con la valoración de la segunda foto como un aula desnuda, ya que la veo llena de cariño, delicadeza y con un mobiliario exquisitamente seleccionado dónde nada está al azar. Para mi desnudas son las clases llenas de mesas y sillas sin detalles ( no hay más que darse la vuelta por las clases de muchos colegios incluidas algunas de infantil, y no digamos ya de secundaria) o sin rincones preparados con mucho amor (dentro del acierto decorativo que podamos tener las maestras/os), clases tal cual las dejan las señoras de la limpieza después del verano y que no tardan ni un solo día en montarse. A mí personalmente (seguramente por mi torpeza) me cuesta salir a las 10 de la noche más de un día de la primera semana hasta que consigo empezar con un espacio más o menos aceptable para mi gusto y posibilidades ( también es verdad que me entretengo mucho estudiando las distintas opciones). Pero también nos encontramos con unas clases llenas de muebles estándar que no podemos sacar, ojalá pudiera comprar esos mobiliarios tan bonitos y disponer de un aula vacía para diseñar . Este curso por ejemplo he conseguido sacar dos mesas de clase dejándola más espaciosa, lo intente con la mesa de la maestra (que no uso) pero tuve que renunciar porque no giraba por el pasillo . Los muebles que tengo de Ikea ,que me encantan para organizar y disponer de sitio donde los chicos puedan almacenar y guardar las cosas de clase fácilmente, me los he tenido que pagar yo porque el colegio no puede asumir ese gasto teniendo la clase ya su dotación de muebles. Estuve mirando un montón de aulas de reggio emilia pero tuve que aceptar mi realidad. Felicitaros por esta reflexión tan bonita sobre el espacio del aula, se sabe mucho de lo que ocurre en una clase cuando se entra en el aula. Y también se sabe cuando alguien pone emoción y esfuerzo (con mayor o menor acierto según el gusto de cada uno) en ese espacio dónde van a ocurrir cosas maravillosas. Seguiré aprendiendo y mejorando para conseguir un aula llena de emociones, calma y delicadeza. Un saludo

    • Que comentario más lleno de sentimientos. Muchas gracias! 🙂

  7. Hola al ver esta foto (la segunda) me he emocionado ya que yo he tenido la suerte de poder hacer un voluntariado en esta misma escuela y en esta aula en concreto. Os puedo asegurar que los colores neutros que acojen a los niños y niñas les transmiten mucha tranquilidad para poder enfrentarse a los nuevos retos que les esperan.

    • Hola Berta!
      Qué ilusión y que suerte haber podido formar parte de ese mágico momento en esa escuela.

      Un saludo!

  8. La clase de abajo sin duda me inspira más paz y tranquilidad. La de arriba está recargada, demasiados estímulos, demasiados colores. El problema es que en nuestras aulas rara vez contamos con un espacio y un mobiliario como el de la clase de abajo. De hecho nuestras aulas desnudas parecen más bien una cárcel o una habitación de hospital. Quizás por eso nos dedicamos a decorarlas con esmero con la esperanza de hacerlas un poco más acogedoras.

    • Interesante reflexión Rocio. Ánimo!

  9. Me quedaría en la segunda!!! La primera estimula en exceso, aunque está muy ordenada y ofrece múltiples posibilidades. Se ve mucho trabajo y dedicación en ella. Pero pienso que no se trata de llenar a nuestros hijos de información y sobrestímulos.

    En la segunda, sin embargo a simple vista parece más simple, aunque proporciona más espacio para jugar, inventar e imaginar. También los niños pueden interaccionar más (entre ellos y con su maestra o maestro) y moverse con mayor libertad. Pienso que los niños disfrutan más y aprenden mejor las cosas cuando los elementos son más sencillos y que permitan una mayor experimentación, con múltiples usos que ellos inventan, favoreciendo la imaginación.
    Otra cosa que llama la atención es la calidad de los materiales de la segunda clase. Son más nobles, mucho más cálidos y favorecen más la calma. Parece una clase donde todo es más móvil y permite nuevas experiencias. A mi solo me falta un poco de color más cálido pero suave en las paredes para que envuelva mejor el entorno.
    Gracias por la reflexión y compartirlo. Deberíamos ser más consciente de lo que les conviene a nuestros hijos o alumnos.
    También por último decir que es bueno empezar el curso con la clase sin muchas cosas, y poco a poco ir incorporando nuevos elementos, así como trabajos artísticos que se hagan con los niños. (Eso lo hacen en la clase de mis hijas y es precioso!!)
    Saludos

    • Gracias por tu comentario Rocío!

  10. ¡Hola! De verdad que comparto tu opinión y estoy totalmente de acuerdo con tu observación, lo que añadiría es que los profesores o guías antes de preparar un aula, deberían preparar su salón interno, estar en armonía su alma, mente y cuerpo, en concreto tener “Salud” para poder guiar al niño. Siempre he creído que el maestro deposita en gran parte su personalidad en el ambiente por eso es preciso tener mucho cuidado al momento de ordenar el salón en donde el niño vivirá el aprendizaje.
    Me encanta tu blog 🙂

    • Totalmente de acuerdo Juan Carlos, es muy importante que estemos bien nosotros, para poder acompañar los procesos de aprendizaje del niño. Gracias por tu comentario!

  11. Es importante cuidar el ambiente, pero para todos!
    Las clases están llenas de pósters e información que además, no están a su altura; miles de colores, a veces materiales rotos, les faltan piezas, etc..
    Los niños aprenden de todo, y si cuidamos el ambiente, lo harán. Si lo aislamos, verán; si lo ponemos a su altura, se moverán.
    No podemos seguir educando en serie.. es cuestióon de poner co-razón en todo ello.
    Gracias por tu post… lo comparto!

    • Ooooh! Nos ha encantado tu comentario. Muchas gracias a ti por compartir el post!

      Un saludo!

  12. Gracias por abrirnos las puertas de tu reflexión. Yo estoy en un momento parecido.

    • Gracias a ti por leernos y comentar! Ánimo!

  13. Buenas tardes. Yo prefiero, sin duda, la segunda foto, transmite paz y tranquilidad, y precisamente en el período de adaptación es lo que necesitan l@s niñ@s. Y me ha gustado tanto el artículo que lo compartiré con mi alumnado, futur@s educador@s infantiles.
    Gracias por vuestra aportación!!

    • Qué ilusión y qué honor!
      Nos encantaría saber que sensaciones hay en las aulas de las universidades hoy en día respecto a estos temas. Sería genial tener un feedback de lo que opinan 🙂

  14. Hola hace como diez años mi salón era austero la escuela no tenía nada, nosotras como maestras salimos a buscar niños. Para empezar nuestro curso escolar, y es verdad estaba,os tan ocupadas de no tener una ambientación como la primera foto. Que cuando llegaron los niños no hacia falta nada de lo que estábamos ocupadas así corrió el tiempo y con pocos recurso salimos y los niños eran los mas felices el aprendizaje fue significativo. Realmente fue una experiencia donde aprendí que lo material queda en segundo término. Saludos

    • Claro que si! Gracias por compartir tu experiencia con nosotras!

  15. Olé!! Con el tiempo vamos viendo que la concepción de la educación va cambiando en muchos educadores! Ahí estamos! Vamos por buen camino si realmente estamos buscando un rumbo algo nuevo. No conocia vuestro blog y os doy las gracias por compartir sensaciones y experiéncias.
    El contraste de las dos fotos dice mucho de sí.
    Quiero compartir con vosotros que después de dos cursos estando de excedéncia por opción para estar con mi peque, he vuelto a las aulas, y al entrar de nuevo en las aulas de infantil me las encontré como la primera imágen. Mi sensación fué algo agobiante y sobreestimulada, pues rápidamente pensé ” es necesario tanto y deceste modo?”. Tenia claro que aquello no lo querria para mi peque, pues tampoco para los peques que estarán un curso en esa aula.
    Nos vamos viendo!

    • Gracias Meritxell! 🙂

  16. Genial la reflexión. Sino te importa comparto.

    • Gracias por compartirnos Carolina! 😀

  17. Hola:
    Pues yo ,como siempre, pienso que los extremos nunca son buenos y prefiero darle a la clase una estructura básica y llenarla después con los alumnos a medida que vamos viviendo historias.
    Con los más pequeños de primaria, he visto sus caras de alegría al encontrar la clase ordenada y con algún detalle de decoración que hace pensar que la maestra les esperaba con
    ilusión. Me gusta preparar alguna cosa pensando en ellos…después, todo va cambiando según pasan los meses y ellos son parte implicada en esa transformación pero no sé renunciar a ese inicio de curso que me tiene en vilo hasta el primer día cuando veo sus caras y escucho sus opiniones.

    • Gracias por tu opinión Nani!

  18. Soy maestra y, sinceramente, no me gusta ninguna de las dos aulas.

    La primera me parece demasiado recargada.
    La segunda, me parece que le falta un poco de color para que los niños y niñas quieran quedarse allí.

    Creo que sería un término medio. A mí también me encanta la idea de que se vayan aportando cosas a la clase a lo largo del curso y que sea a lo largo de éste en el que las paredes y rincones se vayan llenando con nuestras creaciones y aportaciones, pero creo que solo usando color madera por todos lados no hace que los niños en un primer momento quieran quedarse en esa clase.

    En cuanto a la foto de la primera clase diría que sobreestimula la vista, y hasta yo diría que me marearía allí (imagínate si me marea a mí, cómo no le va a marear a un chiquillo de 3 añines).

    El equilibrio está en el “ni tanto ni tan poco”.

    Un saludo.

    🙂

    • Gracias por tu opinión María!

  19. Hola! Me ha gustado mucho la reflexión, lo cierto es que la comparto.
    Al principio puedes pensar que la primera fotografía es más colorida y la segunda muy sosa, “nada estimulante”, pero si te paras a pensarlo un momento, mientras que en la primera hay demasiados estímulos y no sabes donde centrarte la segunda aula se ve espaciosa y llena de oportunidades.

    • Totalmente de acuerdo! Gracias!

  20. Hola, Carlota.
    Me gusta mucho la reflexión que planteas porque modelas precisamente el hábito de revisar y cuestionar nuestras creencias asumidas y hábitos adquiridos, que es, en mi opinión, inseparable de nuestra profesión como educadoras.
    Como en otras cosas que forman parte de la vida en el aula, a la hora de decidir qué hacer con el espacio, lo más respetuoso, honesto y efectivo es que todos participen en el proceso de generación de ideas y toma de decisiones. Y no solo es lo más respetuoso, honesto y efectivo, sino también lo más satisfactoria para la profe que, de repente, se encuentra con no tener que tomar a solas decisiones que no tiene por qué tomar a solas. Sé que hay educadores para quienes plantearse un cambio de rol les da vértigo. Es normal. Y, sin embargo, al mismo tiempo, acaba siendo una liberación para ellos.
    Acabo con una nota algo personal. La primera foto me ha recordado los años que estuve en Estados Unidos trabajando en escuelas secundarias públicas. Reconozco algunos de los adornos que se ven en la foto y que yo utilicé varias veces. Echo mucho de menos que en la secundaria, en España, el profesorado no tenga sus aulas. Creo que favorece muchísimo la posibilidad de que pasen cosas mucho más interesantes entre esas cuatro paredes aunque, por supuesto, al final, todo depende, sobre todo, de las personas.

    • Gracias por tu comentario! Es importante ser capaces de evolucionar constantemente, estar dispuestos a ello.