Hola apuradas y apurados, ¿Cómo estáis? Yo este finde he estado terminando los informes de evaluación y tal y como os había prometido en redes, os expondré cómo hacemos nuestros informes en el cole, el porqué y que partes lo componen. Antes os pondré un poco en antecedentes.
Estoy segura de que muchas personas pensáis que el tema de las evaluaciones trimestrales o semestrales es algo que todavía queda mucho trabajo por hacer y sí, es totalmente cierto. En todos mis años de docencia he estado en infantil o en primer ciclo de primaria y sí, nunca me ha terminado de convencer la manera en que hemos llevado a cabo la evaluación.
Cuando me hablan de evaluación me vienen en mente esos ítems rebuscados que pocas personas entienden o creen entender o esos ítems que poco hablan del niño o la niña al que estamos evaluando. No nos vamos a engañar, muchas veces, evaluamos de manera mecánica. Sabemos aquellos niños/as que “van bien” y sin ni siquiera leernos los ítems vamos clicando “alcanzado” a todo o a aquellos/as que no lo tenemos tan claro y que ponemos “en proceso” para no mojarnos.
Y yo pienso… ¡Qué manera tan fría y tan poco personalizada de evaluar! ¿Nos os ha pasado que dos informes prácticamente iguales describían a alumnado totalmente diferente? A mi muchas veces sí, y la verdad es que a nivel profesional me estristecía mucho , ya no solo por lo pesado y aburrido que es ir evaluando por ítems, en muchos casos, anticuados y descontextualizados sino por lo poco que describían al niño o la niña en cuestión.

Sí que es cierto que en algunos colegios en los que he estado, a esos ítems les añadíamos una observación personalizada y parecía “salvar” un poco el informe o en otros coles habíamos intentado actualizar los ítems, pero en ambos casos, no me he sentido a gusto evaluando.
Además, ahora que soy madre y que me pongo “en el otro lado” probablemente yo no me miraría el contenido de los ítems, sino que iría directamente a lo “no alcanzado” o a lo que todavía estuviera en proceso y estoy segura de que la mayoría de familias hacen esto.
Hoy os cuento de qué manera evaluamos en mi cole porque este curso, al fin, la manera en que lo hacemos me resulta muy adecuada. De entrada, hemos eliminado ítems en todo infantil y el informe se basa en un redactado. No hacemos una evaluación trimestral, sino que hacemos dos, pues, en un trimestre en infantil es muy justo poder evaluar todavía (y más en P-3 que es donde estoy yo, que todavía se están adaptando al colegio).
Pues bien, hacemos 2 evaluaciones; una a finales de enero y otra en junio. En la primera evaluación, nos reunimos con el resto de compañeros y compañeras del mismo nivel y cada tutora hace una explicación extensa del grupo-clase y todas las profes que están con ese grupo aportan lo que creen necesario. Hablamos de cómo funciona el grupo, cuáles son sus necesidades y todo aquello que consideramos necesario; ya sea a nivel grupal o en concreto de algún alumno o alumna. En la segunda y última evaluación que llevamos a cabo en junio hablamos de cada niño/a en concreto y anotamos todo aquello relevante .

Para el informe que entregaremos a cada niño/a esta semana que viene, hacemos un redactado siguiendo una pequeña pauta:
- Adaptación: Cómo viene al colegio, si le cuesta despedirse de los familiares, Cómo se ha adaptado al colegio y a los espacios, cómo se relaciona con los materiales del colegio, cómo se relaciona con las y los profes y el personal docente y no docente en general, cómo se relaciona con el grupo-clase y con el resto de alumnado del colegio.
- Aprendizajes y expresión: Si se expresa y se comunica y de qué manera lo hace, si sabe esperar el turno de palabra, actitud y motivación respecto a los aprendizajes, preferencias, actitudes y aptitudes…
- Hábitos y rutinas: Si tiene alanzados ciertos hábitos y rutinas, grado de autonomía y otros temas relacionados
- Relación con los juegos, con los talleres y ambientes y actitud en el patio (preferencias, tipo de juego, a que espacios suele ir cuando es libre circulación…)
- Aspectos a destacar, mejorar y despedida. Aquí es donde recomendamos cosas o bien resaltamos algo que nos interesa y animamos al niño o niña a seguir trabajando y creciendo.
Estos puntos son tan solo una guía. La idea es que cuando la familia lea la observación vea descrito a su hijo/a; que el informe por si solo hable y que sea realmente una herramienta que evalúe, no un trámite.
No os voy a negar que estoy dedicando muchas horas a redactar pero también os digo que es mucho más gratificante hacer esto que no rellenar unos ítems como si fuera un robot. Y poniéndome en el “otro bando” como madre; yo agradecería mucho un informe enque hablase de mi hija de esta manera tan personalizada y yo me pudiera hacer una idea de qué manera se relaciona con los compañeros y compañeras de clase, cómo se expresa, si se muestra participativa, que preferencias tiene, que actitudes tiene en el patio… porque al fin y al cabo pasan muchas horas en el colegio y no siempre las actitudes y la manera de mostrarse es la misma que en clase.
Y vosotr@s, ¿Cómo lleváis este tema? ¿Cúales han sido vuestras experiencias? Me encantará leeros 😉
No desesperéis si no os gusta la manera de evaluar de vuestros colegios. Creo que enfadándose e intentando imponer las cosas de malas manera, poco conseguiréis, pero sí que debemos luchar por lo que creemos que es mejor para nuestro alumnado y poco a poco iremos consiguiendo y, en este caso, hacer de la evaluación una herramienta, útil para todas las personas.
¡Un fuerte abrazo y que paséis una feliz semana!
Buenas tardes, me parece una idea impactante y eficaz para evaluar a los alumnos. Realizando este tipo de evaluación permite a los docentes conocer de manera más particular las características que presentan cada alumno/a. Y, a partir de aquí poder diseñar herramientas y actividades que se adecuen a las necesidades de cada alumno/a. Además, se fomenta el trabajo colaborativo y la cooperación existente entre los distintos docentes.
¡Gracias por tu comentario Carmen!